Bajo cada suelo forestal y en cada cosecha, los hongos revelan un reino oculto.
El micelio teje vastas redes subterráneas, mientras que las setas son sus frutos delicados y visibles.
Juntos, reciclan la materia, sanan los ecosistemas e inspiran creaciones tan diversas como la alimentación, la medicina, el arte y el diseño.
Durante siglos, muchas culturas los veneraron como mágicos; hoy, FongiFlore renueva ese vínculo para mostrar lo extraordinarios y esenciales que son.

De la naturaleza a la innovación
Cada creación de FongiFlore nace de una idea — una chispa de imaginación moldeada por la curiosidad y el cuidado.
A través de incontables pruebas, experimentos pacientes y horas de dedicación, transformamos la materia viva en algo tangible y útil.
Desde rituales de bienestar hasta paneles acústicos, de kits educativos a visiones artísticas, cada universo de FongiFlore acerca los hongos a la vida cotidiana.
Es un viaje de la naturaleza a la innovación, donde los productos se conciben en alianza con lo vivo.

Dos hermanos, una misión
Originarios de la región de Broye (Friburgo), crecimos con el deseo de hacer las cosas de otra manera: consumir, producir y transmitir con respeto por lo vivo.
Kris, con formación en mecánica y verdadero autodidacta de la micología, ha pasado los últimos años experimentando, probando y aprendiendo sin descanso. Paciente y perseverante, ha desarrollado un saber hacer único que convierte el micelio y los hongos en material de futuro.
Michaël, ingeniero apasionado por el emprendimiento, descubrió en los sistemas ERP y la IA los entresijos de la organización empresarial. Hoy pone esa experiencia al servicio de un proyecto con propósito, donde la innovación rima con impacto humano y ambiental.
Juntos creemos en una economía circular, sincera y creativa. Nuestra fuerza es la complementariedad: uno estructura, el otro da forma — y ambos buscamos construir soluciones que crezcan con transparencia, utilidad y belleza.


Nuestro universo, FongiFlore
Pocos materiales son tan versátiles como los hongos.
Lo que cura el cuerpo también puede aislar una casa, inspirar un aula o despertar la visión de un artista.
Por eso FongiFlore abraza cuatro universos — no como fronteras, sino como una invitación a explorar.
Cuanto más aprendemos de los hongos, más comprendemos que sus posibilidades son infinitas.
Raíces del futuro
Estamos en los comienzos, pero cada día nuestras raíces se hunden un poco más. Lo que cultivamos hoy lo hacemos para el mañana: reemplazar materiales contaminantes, inspirar usos más conscientes y devolver al mundo vivo un lugar central.
El futuro de FongiFlore se construye con paciencia y determinación, como el micelio que se extiende fuera de la vista antes de transformar el mundo visible. Queremos contribuir a una economía que sane en lugar de agotar, que conecte en lugar de aislar.